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sábado, 26 de diciembre de 2009

El aceite vale menos de dos euros

El precio del aceite de oliva vuelve a estar por debajo de los dos euros por kilo en las operaciones a granel que se hacen en las fábricas españolas. La cotización es pésima y muy preocupante, ya que casi todo el olivar jiennense regresa a indicadores por debajo de la rentabilidad.

El Poolred de la Fundación del Olivar revela que el precio medio del zumo de aceituna es de 1,93 euros por kilo en las operaciones de comercialización en las que sale el producto en camiones cisterna. Todas las calidades valen menos de 2 euros, por lo que las 109.000 familias jiennenses que viven del olivar o reciben un complemento a su renta están en una variable económica que les ofrecerá resultados negativos o, dicho de una manera más simple, se gastarán los beneficios que obtienen en la cooperativa en recoger la aceituna y cuidar el árbol para que dé fruto y, además, tendrán que poner un poco de dinero de su bolsillo. A este valor, las liquidaciones volverán a ser desastrosas para los oleicultores.

Durante la Nochebuena pasada, miles de jiennenses se sentaron con sus familias conscientes de que el campo perdía rentabilidad y eran más pobres que el año anterior. En ese momento, el precio medio del oro líquido de Jaén era de 1,91 euros por kilo. Ahora, la historia se vuelve a repetir. El valor es de 1,93. Realmente, esta Nochebuena, el aceite se ha recuperado 2 céntimos en relación al año anterior, lo que ocurre es que se trata de una cantidad insignificante que se ve agravada por el desgaste que provoca todo un año con cotizaciones por debajo de la rentabilidad, a excepción de una leve recuperación que se vio en el verano.

El kilo de aceite virgen extra se comercializa a 1,98 euros. El de virgen, a 1,91. El lampante, a 1,86, y los otros que tienen calidades inferiores, a 1,61. Si se tiene en cuenta que la propia Consejería de Agricultura elaboró un informe que revelaba que a precios de entre 2,10 y 2,20 euros, la mayoría del olivar de Andalucía dejaba de ser competitivo; no cabe duda de que la situación vuelve a ser más que preocupante. De esta manera, el gráfico que aparece en la parte superior de está página da una idea clara de los meses en los que el olivar jiennenses, al menos, se ha defendido en el mercado. En agosto, septiembre, octubre y noviembre, los olivareros respiraron algo más tranquilos, aunque con la rémora y el desgaste de un año muy complicado.

Los motivos. El 29 de noviembre, fue el día en el que la cotización bajó de los dos euros. Luego, hicieron falta nueve meses y el visto bueno de la Comisión de Europa para intervenir el mercado con las ayudas para el almacenamiento privado para que se superara este complicado listón. Ahora, otra vez, se vuelve al mismo punto.

Los motivos son complicados de hallar. Ni los expertos, ni las administraciones han ofrecido una causa concreta. No obstante, resulta evidente que hay un desajuste en lo que antes funcionaba como un reloj, que era la ley de la oferta y la demanda. Si había mucho aceite, el precio bajaba porque se esperaba menos demanda. Pero, en esta campaña, todo el zumo se ha vendido —por lo que no hay excedente— y surgen los mismos problemas. Hay factores que influyen en la cotización, ya que el mercado se ha vuelto más complejo, y tienen un peso que varía según diversas circunstancias. Las aceiteras, al igual que la mayoría de las empresas, sufren falta de liquidez, por lo que tienen que vender para hacer dinero. Si se pone mucho aceite en el mercado, la cotización baja. No obstante, las condiciones para conseguir un crédito ya no son tan ventajosas.

Además, el ambiente de crisis presiona la cadena de valor —desde el productor al vendedor— para dar un producto más barato, ya que las familias buscan más las ofertas y miran mucho el precio. Para que no caiga el consumo de manera desorbitada, hay disminución del valor en toda la cadena, que se manifiesta más en el punto más débil, que es el agricultor debido a que carece de unión y tiene menos peso económico en el proceso.

Lo peor no es que haya empresas que acudan a la provincia a comprar el kilo de aceite a menos de dos euros, sino que las cooperativas y las almazaras jiennenses lo tienen que poner a la venta a esa cotización porque existe necesidad. Asimismo, el pasado año, la cotización aún bajo más en enero y en febrero, por lo que puede que exista una tendencia que “sálvese quien pueda” o, de otra manera, vender ahora porque luego puede ser aún mucho peor.

Fuente: diariojaen.es

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