El consumo de aceite de oliva puede ser beneficioso en personas con problemas digestivos (úlcera gástrica y duodenal). La afirmación se basa en los efectos reguladores del ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado contenido en el aceite de oliva virgen en porcentajes entre el 60-80%.
El ácido oleico actúa reduciendo la secreción gástrica y estimulando la síntesis de colecistoquinina, una hormona que regula las secreciones pancreáticas y biliares, y que en definitiva, facilita la digestión de las grasas. Además, se ha demostrado que la presencia de ácido oleico en el estómago ejerce una acción protectora de la mucosa gástrica, por lo que el aceite de oliva virgen podría tener un efecto terapéutico en lesiones agudas de la mucosa gástrica y duodenal.
Fuente: pequeoliva.com
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